domingo, 23 de agosto de 2015

CARTA A DIEGO

Cariamanga
23 de agosto de 2015
10:10
Algunas despedidas son tan cursis, otras tan agresivas y sin embargo, quedan unas indescifrables, que no se resignan a ser adiós y quedan en el limbo, deseando ser puntos suspensivos.
La nuestra tuvo todo.
Te digo adiós como pareja, de manera cursi, de manera agresiva y de ese extraño modo indescifrable. He quedado a medio orgasmo. (Quizá siempre tuve esa sensación antes de conocerte a ti).

12:48
Voy al punto.
Y es, que no sé qué hago escribiendo esto. No sé a dónde quiero llegar. Quizá comenzar por agradecerte. El qué?.. Haber llegado a mi vida, aunque fuiste tan fugaz que no sé si te viví o te soñé. No sé porqué siempre que pasa algo bueno tenemos esa imperiosa necesidad de agradecer, como si no lo mereciéramos. Sin embargo, sigo diciendo gracias.
Por haberte quedado a mi lado este tiempo. Riendo, llorando, gozando, sufriendo, peleando, haciendo el tonto… pero junto a mí. Me llenaste de vida, de otra vida, me oxigenaste el alma (esa que creo que no existe). Me regalaste hemoglobina, elevaste mis eritrocitos. Mis células y conjuntos tisulares también te agradecen la amabilidad.

13:02
Sobre todo mi epitelio plano estratificado… ése sí que gozó tu roce, y tu visita!
Luego de agradecer tanto, desde el origen celular, continuo con el siguiente punto… cuál?
Se me ocurrirá luego

14:20
Punto 2: Enseñanza
Sí, fuiste la enseñanza más linda, gratificante y maldita que he tenido. Me enseñaste que la vida es tan corta, que se puede vivir sin pensar, que se puede querer de lejos, que se puede comprender aunque no entiendas.

14:56
Cambié miradas por tus sonrisas. Mis noches de insomnio por la claridad de tus días. Cambié mi mal humor por tus chistes… a veces agrios.
Me enseñaste que no se puede confiar siempre en alguien. Que a veces, aunque quieras tanto, puedes llegar a agobiarle. Me enseñaste que no basta con querer… es necesario estar completo.
Me enseñaste que se puede perder el color del tiempo. Que puedo estar en el cálido seco de Cariamanga y en un parpadeo bajo la brisa del mar de Máncora.
Me enseñaste que puedo sentirme segura. Que puedo confiar (Ironía. Acabo de decir que no). Que no necesito controlarlo todo, que es mejor cuando se rompen las reglas. Me enseñaste que los viajes por pésimas carreteras son absurdos, si no me das un beso.

15:15
No te agobies… esto es una terapia. Escribo por amor, por paz, por rabia y porque sí.
Quisiera que me leas.

15:51
Me has enseñado tanto, y eso me asusta.
Nunca me enseñaste Krav Maga, ni a conducir un vehículo manual. Ya dejemos la enseñanza… el siguiente punto por favor!

16:18
Punto 3: Promesa.
Aquí entramos los dos. Tú prometes, yo prometo.
Prometes ser feliz. Prometes ir con tu hija. Soñar. Vivir. Hacer realidad lo que quieres. Prometes amar. Prometes reír siempre, seguir como hasta hoy. Prometes recordarme.
Yo prometo lo mismo. Prometo ser muy feliz en tu nombre. Beberme un trago por ti y seguir mi camino.
Basta de promesas.

18:59
Punto 4: Recuerdo.
Si supieras en cuántas cosas te recuerdo. Como quien vive mil historias. Para mi fueron 18.
  1. Tu pierna rota
  2. Nuestro primer beso
  3. La primera vez que me hiciste el amor.
  4. Viajar a Máncora
  5. Conocer tu casa
  6. Tu visita a Cariamanga
  7. Tu visita a mi turno en el Isidro.
  8. Tu palabra “amora”
  9. Ser tu novia
  10. Beber contigo
  11. Tener 3 orgasmos. (Sabes? en realidad fueron 4)
  12. Las empanadas.
  13. Saraguro
  14. Sushi
  15. Cuando enfermaste
  16. Conocer a tu madre
  17. Verte marchar
  18. El 18, aún no sucede.